viernes, 11 de abril de 2014

Sin gasolina bombas de Naguanagua, San Diego y Valencia norte

La cola en la estación de servicio de la Redoma de Guaparo perjudicó el tránsito hacia Naguanagua y la autopista.(Fotos Andrews Abreu)
 
Luis Santiago
+Leo Sanatiago 

Largas colas y rostros desesperados se apreciaron alrededor de la estación de servicio de la Redoma de Guaparo el viernes, la única que se encontraba operativa a las 10 am entre Naguanagua y el norte de Valencia. El inesperado desabastecimiento abrió las puertas a la especulación en el transcurso del día.

Encargados de varias bombas de gasolina explicaron que esta semana ha cesado el despacho del combustible porque supuestamente los gandoleros, procedentes de Yagua, se niegan a trasladarse por temor a que manifestantes les incendien las unidades. Conductores condenaron que el desabastecimiento los tomara sin previo aviso, razón por la que muchos llegaron tarde a sus trabajos o casas de estudio.

La estación de servicio del Fuerte Paramacay, que despacha aproximadamente 40 mil litros diarios de gasolina, agotó sus reservas hasta poco después de las 9 am, expusieron trabajadores. La larga cola de automóviles que se extendía hasta la avenida Universidad se tuvo que sumar a la de la redoma.
En Naguanagua amanecieron cerradas las estaciones de Santa Ana, avenida Bolívar y La Granja. El panorama se repitió en Valencia en los sectores La Ceiba, Prebo y El Viñedo. En San Diego al parecer solo operaron dos de las seis bombas.

En el transcurso del día, usuarios denunciaron que en una bomba del sector La Granja cobraban hasta 100 bolívares por surtir un taque de 50 litros.

A sus 69 años, Pedro Bastidas repudió que este tipo de cosas ocurran en un país petrolero. Agitado tras el volante de su camioneta pick up con la que trabaja, recordó la primera vez que enfrentó una escasez similar: El paro petrolero de 2002.

A Irene Gil París, también de la tercera edad, no le sorprendió el desabastecimiento de gasolina porque dedicó la semana para buscar repuestos y lubricantes para su vehículo, productos también escasos que están a la merced de la especulación. Pedro Maestre, otro chofer, detalló que un litro de aceite para motor, de marca nacional, puede costar hasta 250 bolívares.

Carlos Zambrano se mostró escéptico al supuesto temor de los gandoleros para despachar la gasolina. Mientras hacía la fila en la Redoma, instó a la ciudadanía a protestar de forma pacífica.

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